Cuando Yako te mira, entiendes el miedo que todavía lleva en el cuerpo. Desde que una voluntaria de Huellas Callejeras lo rescató, ha aprendido a mirar con menos recelo a algunos voluntarios, pero no le gusta que le toquen, y observa siempre desde la distancia. Lleva tiempo con nosotros. La familia ideal sería una que no espera mucho de él, que se conforma con tener una mascota esquiva, que pide poco. Una familia que se conforma con dar una oportunidad a Yako, porque él también se la merece.
When Yako looks at you, you understand how much fear is still filling his small body. Since a Huellas Callejeras volunteer rescued him, he has learned to watch some volunteers without so much suspicion. He doesn’t like to be touched and he always observe what is going on from a safe distance. The ideal family for him would be one that doesn’t expect much from him, one that is happy to have an elusive pet who doesn’t ask for much. One family that is just happy to give an opportunity to Yako, because he deserves it too.
Leave a Reply