Es lo que se conoce como el sida en los gatos, el virus de la inmunodeficiencia es un lentivirus que ataca al sistema inmunológico del gato, este virus es EXCLUSIVAMENTE FELINO, esto quiere decir que NO EXISTE NINGÚN RIESGO DE TRANSMISIÓN A LOS HUMANOS NI A OTRAS ESPECIES.

Lo habitual es que la vida del gato portador transcurra con plena normalidad, sin síntomas. Además no requiere de tratamientos ni controles veterinarios más allá de los habituales para cualquier gato: revisión veterinaria y control analítico anual. Y aunque no es nada frecuente que se produjera una bajada de defensas, existe un tratamiento que suele normalizarlas rápidamente.

¿Existe alguna cura para la inmunodeficiencia felina?

Ha día de hoy no hay un tratamiento que produzca una atenuación de una infección ya establecida.

Como objetivo principal ante esta enfermedad, es mantener al gato con una buena calidad de vida, evitar cualquier infección segundaria y ofrecerle la atención necesaria que cualquier otro gato necesitaría.

Algunos artículos hablan de pruebas de medicamentos como el interferón (para humanos) y también el aceite de prímula en casos leves . En Europa, lanzaron el primer interferón para uso veterinario, interferón recombinante omega felino, que tiene propiedades antivirales e inmunomoduladoras (ajusta la respuesta inmune), pero NO hay estudios científicos completos sobre la efectividad de este medicamento, aunque anecdóticamente ha tenido algunos resultados positivos, ojalá puedan destinar más tiempo al estudio de una cura para ello.

Puedes encontrar más información sobre el estudio del virus de la inmunodeficiencia felina en el centro de salud felina de la universidad de Cornell, en el siguiente artículo sobre el Feline Immunodeficiency Virus (FIV) 

¿Los gatos con inmunodeficiencia felina pueden vivir con otros gatos?

No es necesario condenar a los gatos con inmunodeficiencia a no poder convivir con otros, ya que el contagio se produce únicamente por mordedura (del gato positivo a otro, nunca al revés), y debe tratarse de un mordisco con tal agresividad capaz de producir una herida considerable como para inocular el virus directamente al torrente sanguíneo, algo imposible entre gatos que conviven juntos.

Existen muchos artículos para informarse, uno de ellos en FAADA, en su artículo: «Desmontando el mito de la inmunodeficiencia felina: convivir no significa contagiarse» para más información.

Esperamos que después de saber que este virus es exclusivamente felino y la convivencia con otros gatos es posible, pienses en adoptar a un gatito inmuno, ellos también se merecen un hogar donde los quieran y puedan vivir plenamente.